Manchas de pintura, aceite, humedad, mucho polvo e incluso barro. Son múltiples los churretes que pueden tener aquellos zapatos que dejaste de utilizar y que tienes botados en algún lugar del hogar. No obstante, si tu intención es volver a usarlos, pero no sabes cómo eliminar la suciedad, es hora de conocer algunos trucos de limpieza que servirán como remedios caseros para recuperar los calzados.
Para empezar, debemos reconocer que estos trucos de limpieza son caseros y sostenibles, por lo que no gastarás casi nada de dinero y eso ya es un gran alivio para el bolsillo. Además, resulta que estas recetas solían ser utilizadas por las abuelas, así que estamos hablando de soluciones tradicionales que regresan.
De ahí en más, toma nota.
Polvo y barro
En este caso, es necesario utilizar un cepillo que sea ideal para el tipo de calzado que quieras limpiar. En caso de no contar con uno, se recomienda algún trapo limpio y refregar con un toque de agua. Asimismo, para el barro, es crucial poner en remojo los zapatos y limpiar con un cepillo suavemente dependiendo del material.
Grasa y/o aceite
Lidiar con este tipo de mancha no es fácil. Debemos ser agresivos sin dañar el calzado. Para ello, tenemos tres opciones: amoniaco, polvos de talco y desengrasante.
Para el amoniaco, el procedimiento es diluir el producto con agua y cepillar suavemente. Luego, fregar con un trapo húmedo y dejar secar al aire libre. Por otro lado, el talco sirve cuando la marcha es reciente. Solo debes añadirlo rápidamente en la zona afectada y dejar secar por completo. Cepilla y limpia.
El desengrasante es efectivo, pero es necesario limpiar con paciencia. Paño húmedo con el producto, suavidad y verás cómo el problema desaparece.
Humedad
Trucazo de limpieza es utilizar soda e incluso la tónica. Aplica sobre la zona afectada con un paño, limpia con suavidad y seca. Aplica calor. Además, es importante reconocer que la prevención es mejor que la cura, por lo que se recomienda poner bolsitas antihumedad cerca del calzado.
Pintura
Para este caso, es necesario tener en cuenta que son manchas difíciles de sacar, por lo que hay que armarse de paciencia e incluso repetir el proceso. La acetona en un trapo o algodón ayuda en estas situaciones. Luego, fregar con un cepillo o trapo húmedo, y deja secar.