Si bien el agua y la luz son pilares fundamentales para la salud de las plantas, no son los únicos factores que determinan su bienestar en nuestros jardines. Abordar el tema del abono nos introduce en un universo de nutrientes esenciales que, a menudo, pasan desapercibidos. Es por eso que reciclar los restos de comida será uno de los mejores consejos que podrás recibir para que tus plantas se vean radiantes.

Las plantas, como cualquier ser vivo, necesitan una dieta balanceada para prosperar y crecer fuertes y saludables. El suelo, por sí solo, no siempre provee todos los nutrientes necesarios. El abono, ya sea natural o comercial, aporta esos minerales que son la base del crecimiento vigoroso, la coloración vibrante y la floración abundante.

Abonar tus plantas no solo las mantiene saludables, sino que las ayuda a crecer más fuertes y hermosas. Experimenta con estos consejos caseros y descubre los beneficios de una nutrición natural para tu jardín.

Señales que advierten que debo abonar las plantas de mi jardín

Palidez de las hojas

Se debe a la deficiencia de nitrógeno, un componente crucial para el desarrollo del tamaño y color.

Falta de floración

La posible falta de fósforo, un elemento esencial para la producción de flores, afectará su crecimiento óptimo.

Marchitez

Cuando las hojas se ven marchitas, puede indicar una deficiencia de potasio, responsable de la turgencia y la salud general de la planta.

¿Cuál es la diferencia entre el abono y el fertilizante?

Si bien ambos términos se usan indistintamente, existe una distinción importante. El abono se refiere a un compuesto natural, mientras que el fertilizante es una preparación química o industrial de mayor concentración.

Alimentos que puedes reciclar como abono natural de tus plantas

Residuos orgánicos

Frutas, verduras, cáscaras de huevo, restos de poda, corcho, papel, cartón, serrín sin tratar, posos de café, infusiones y paja.

Café

Rico en fósforo, potasio y nitrógeno. Debe usarse seco y moderadamente, para evitar quemar las raíces.

Lentejas

Aportan hierro, potasio, magnesio y vitaminas. Se pueden mezclar con agua para regar las plantas o espolvorear directamente sobre la tierra.

Agua de arroz

Contiene micronutrientes que fortalecen la tierra y nutren las plantas.