La relación entre Vicente Fernández y su hijo Alejandro Fernández fue una travesía marcada por la música y una decisión que determinó sus carreras. Alejandro, quien siguió de manera directa los pasos de su padre en el canto, compartió escenarios musicales con él durante una etapa significativa. Sin embargo, esa dinámica cambió cuando Alejandro tomó la decisión de seguir su carrera en solitario para forjarse un nombre por mérito propio.
En una reveladora entrevista con Adela Micha, el recordado Chente compartió cómo fue ese momento crucial en la relación con su hijo. Alejandro le expresó su deseo de no seguir cantando juntos, argumentando que al principio del concierto la atención del público estaba centrada en él por ser hijo de Vicente, pero luego perdía relevancia.
"Oye, papi, yo no quiero ya cantar contigo. Le dije: bueno, explícame por qué. Es que cuando cantó contigo, pues sí, me quieren porque soy tu hijo, pero cuando llevo cinco o seis canciones, veo que me la están rayando los de primera fila como diciendo ya métete y que salga tu papá", contó El Charro de Huentitán en ese entonces. Esta reflexión, aunque difícil de aceptar, fue comprendida por Vicente Fernández, quien valoró la necesidad de Alejandro Fernández de labrar su propio camino en la industria musical.
El inicio de la carrera de Alejandro como cantante se remonta a sus cinco años de edad, cuando debutó en un escenario junto a su padre. Aunque olvidó la letra de la canción en aquel momento, Vicente Fernández estuvo a su lado para respaldarlo y alentar su talento. Con el tiempo, Alejandro decidió distanciarse temporalmente de cantar junto a su padre, enfocándose en su desarrollo artístico individual.
Nunca faltó entre ellos respeto y unión
A pesar de esta pausa en sus colaboraciones, la relación entre Vicente y Alejandro se fortaleció con el tiempo. En la última etapa profesional de Vicente Fernández, padre e hijo retomaron la tradición familiar de cantar juntos, e incluso compartieron escenario en un concierto especial junto a su nieto Alex. Este momento simbolizó la continuidad y el legado musical de los Fernández y mostró la armonía y el cariño que prevaleció en su vínculo familiar y artístico.
La historia entre Vicente Fernández y Alejandro Fernández es un testimonio de la evolución y la madurez en las relaciones familiares y profesionales. Aunque cada uno ha seguido su propio camino en la música, el respeto mutuo, la comprensión y el amor familiar han sido pilares fundamentales que han marcado su trayectoria en la industria musical.