Vicente Fernández es recordado como uno de los cantautores que trascendió generaciones gracias a su talento musical. Su éxito en la industria se vio materializado en más de 60 millones de discos vendidos e incontables reconocimientos que marcaron su trayectoria. Un triunfo que se replicó en la vida privada es que el fallecido cantante tiene un importante linaje de artistas que mantienen vivo su legado, entre ellos Alejandro Fernández.
El intérprete de "Volver, volver" es recordado por tener una familia bastante numerosa. Después de muchas idas y venidas, ya que quería priorizar su profesión, se casó con María del Refugio Abarca Villaseñor el 27 de diciembre de 1963. Tuvieron cuatro hijos, Vicente Jr., Gerardo, el reconocido internacionalmente Alejandro Fernández y Alejandra, hija de la hermana de Cuquita a quien decidieron adoptar.
Alejandro Fernández cumplió uno de sus sueños al margen de la fama de Vicente Fernández
Aunque el nombre de Vicente Fernández les sirvió a todos sus hijos para labrar sus trayectorias profesionales, quien mejor pudo hacerlo fue Alejandro. Claro que no todo dependió de la inclinación musical por herencia, sino por vocación y talento. En la actualidad, presume de una vasta trayectoria y de un gran patrimonio con el que pudo cumplir todos y cada uno de sus sueños.
El ganador de seis Premios Billboard es muy reservado con su vida privada, sin embargo, gracias a sus redes sociales, se puede conjeturar que lleva una vida rodeada de lujos y excentricidades. No se estima con exactitud cuántos inmuebles posee, pero sí sabe que uno de sus lugares preferidos es el rancho Los tres potrillos, ubicado en su ciudad natal, Guadalajara, Jalisco.
El heredero de "Chente" también tiene propiedades en la costa, donde disfruta tiempo con sus hijos y con su actual pareja, Karla Laveaga. La que más se pudo apreciar a través de su cuenta oficial de Instagram es que la se encuentra en Nayarit, una de las zonas más exclusivas de Punta Mita.
La excéntrica mansión que posee una maravillosa vista al mar se caracteriza por el estilo tropical de su fachada, mientras que en el interior predomina el estilo industrial. Este es uno de los sitios más significativos del intérprete de "Me dediqué a perderte", pues allí celebró la boda espiritual de su primogénito, Álex Fernández, y sus cumpleaños.