Jueves 25 de Abril 2024
TURISMO

Destino de Semana Santa: el encanto del Altar de Dolores en la tradición nacional

¿Ya tienes previsto tu viaje?

Altar de Dolores. Fuente: (Instagram)
Escrito en ESPECTÁCULOS el

En el corazón de la Semana Santa mexicana, una tradición ancestral cobra vida como uno de los destinos de turismo preferidos: el Altar de Dolores. Estos altares, elaborados con fervor y creatividad en hogares y templos, son un homenaje al sufrimiento de la Virgen María durante la Pasión de Cristo.

La tradición del Altar de Dolores se remonta a los siglos XVII y XIX, cuando la fe católica impregnaba cada rincón de la vida mexicana. En aquellos tiempos, las personas visitaban estos altares en un recorrido lleno de fervor y recogimiento. Es por eso que en cada Semana Santa, es uno de los destinos elegidos para hacer turismo.

El Altar de Dolores está ubicado en Tlaquepaque, Guadalajara. Fuente: (Instagram)

Los "padres servitas", o la Orden de los Siervos de María, fueron los pioneros de esta tradición que se repite en cada Semana Santa. El Viernes de Dolores marcaba el inicio de la celebración con la instalación del altar, seguido del "Paseo de las Flores". Los participantes cortaban flores para adornar el altar a la Virgen, recibiendo a cambio las tradicionales aguas frescas.

El simbolismo profundo del Altar de Dolores en Semana Santa

Las flores, las velas, los colores y cada elemento del Altar de Dolores tiene un significado especial. Las flores representan la pureza de la Virgen, las velas simbolizan la luz que vence a la oscuridad, y el color morado refleja el luto y el dolor.

Altar de Dolores es siempre un destino de turismo en Semana Santa. Fuente: (Instagram)

A pesar de los cambios en el calendario litúrgico, el Viernes de Dolores se mantiene vivo en México gracias a la devoción popular. La aristocracia mexicana y las iglesias del país han sido guardianes de esta tradición, transmitiéndola de generación en generación.

Más que un simple adorno, el Altar de Dolores es una expresión profunda de fe, un espacio para la reflexión y el encuentro con la Virgen María. En cada altar, late el corazón de un pueblo que encuentra en su fe un camino de esperanza y redención.