La historia de la numismática española cuenta con cientos de ejemplares valiosos y con colecciones de reconocimiento mundial. La peseta es una de las figuras centrales si se tiene en cuenta que ha transitado por las calles del país durante más de 150 años. Dentro de la enorme cantidad de piezas buscadas por los coleccionistas, una moneda de 100 pesetas alcanzó la exorbitante cifra de 164.000 euros en una subasta.
Las monedas españolas, con su pasado fascinante, se posicionan junto al dólar como unas de las más codiciadas por los coleccionistas de numismática. El estado de conservación y la cantidad de unidades en circulación determinan su valor, convirtiéndolas en objetos de deseo para los amantes de la numismática.
Hasta la aparición del euro, las pesetas fueron la unidad monetaria española durante un siglo y medio, siendo testigos de la historia más reciente del país, que pasó por varios reinados y la dolorosa dictadura de Franco. Todo eso quedó plasmado en monedas y billetes que hoy despiertan interés entre los coleccionistas.
La moneda de 100 pesetas de 1871, un tesoro de la época de Amadeo I
La moneda de 100 pesetas de 1871, acuñada en honor a Amadeo I de Saboya, es una de las más buscadas por los especialistas. De la tirada original de solo doce unidades, apenas se han localizado ocho. Su color oro amarillo y su rareza la convierten en una joya numismática.
El anverso de la moneda presenta la imagen de Amadeo I junto a la leyenda "Amadeo I Rey de España". El reverso muestra el escudo de España con el escusón de Saboya, rodeado por un manto y el Toisón de Oro, además de la frase "Ley 900 milésimas 31 piezas en kilog – 100 Pesetas".
Otras de las monedas de pesetas famosas y buscadas por la numismática son las monedas de 5 pesetas, conocidas como "duros", que también son muy apreciadas por los coleccionistas. Entre las más cotizadas, con valores que superan los 40.000 euros, se encuentran el duro de plata de 1871, las 5 pesetas de plata de 1881 y el duro de 1882.