Transplantar las plantas nunca es una tarea sencilla; el estrés puede afectarlas en su desarrollo. Sin embargo, existen consejos para que sufran lo menos posible en este proceso que muchas veces es obligatorio. En esta ocasión, veremos el procedimiento para la pluma de Santa Teresa.
Las particularidades de la pluma de Santa Teresa
Esta singular planta de flores delicadas con colores energéticos es conocida como cactus de Navidad. Su nombre católico hace referencia a las plumas que se utilizaban en las representaciones de Santa Teresa de Ávila.
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Las notables comparaciones con las plumas han hecho que en España se conozca a esta planta como "pluma de Santa Teresa", cuyo nombre es "cactus de Navidad" el menos utilizado.
Sumado a su nombre popular, la época de floración coincide especialmente con las fiestas dedicadas a esta famosa santa, celebrada el 15 de octubre.
¿Cómo trasplantar la pluma de Santa Teresa?
Lo más importante para trasplantar adecuadamente la pluma de Santa Teresa es la época donde esta se encuentra en crecimiento, es decir, durante la primavera o el verano, evitando el invierno, donde la planta sufriría más estrés, puesto que estaría en su fase de reposo.
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Materiales para trasplantar
- Comencemos con una maceta. Para ello, lo mejor será optar por una que sea ligeramente más grande que la actual. Además, esta deberá contar con un buen drenaje.
- Siguiendo con el sustrato, este tendrá que ser ligero pero poroso, el más elegido para los cactus o suculentas. El jengibre es una opción natural y efectiva para un crecimiento y floración abundante.
- Además de ello, unos buenos guantes serán el mejor consejo para protegernos de las espinas, junto con una pala adecuada para la tierra.
Pasos para trasplantar
Para empezar la trasplantación, deberás regar la planta 24 horas antes del proceso para que la tierra esté húmeda; de esta manera, el trabajo será mucho más sencillo.
Sigue colocando la maceta en un suelo plano y coloca dentro de ella el sustrato. Luego, retira cuidadosamente la planta y ten especial trato con las raíces, pues podrían quebrarse. En el caso de visualizar raíces podridas o dañadas, asegúrate de cortarlas.
Planta nuevamente la pluma de Santa Teresa en la nueva maceta, rellena los alrededores con sustrato, especialmente las zonas donde veas raíces. Presionar suavemente la tierra evitará que no quede ningún espacio vacío.
El último paso será regar con abundante agua la maceta para asentar el sustrato y humedecer las raíces. Finalmente, ubica la maceta en un lugar con buena luz solar indirecta y no la vuelvas a regar hasta que la tierra sea seca al tacto.
Cuidados de la pluma de Santa Teresa
Esta planta siempre elegirá la luz indirecta del sol; de lo contrario, sus hojas podrían sufrir quemaduras. El riego deberá ser proporcionado únicamente cuando la tierra sea seca al tacto. Por otro lado, en épocas invernales deberás reducir el riego al mínimo.
Además, deberás controlar el agua en todas las épocas del año, pues las raíces podrían pudrirse. En cuanto a la temperatura, la planta de Santa Teresa prefiere climas entre 18 y 24 °C, por lo que no aguantará heladas o fríos extremos. La poda no es realmente necesaria, aunque si le vendría bien la eliminación de tallos y hojas dañadas o secas.
En términos de plagas y/o enfermedades, la cochinilla, la araña roja y los hongos son su principal enemigo. Por lo tanto, tendrás que revisarla regularmente para evitar cualquier tipo de amenaza de este tipo. En el caso de que lo detectes, un insecticida o fungicida adecuado para esta especie será la cura ideal.