Entre todas las cosas por las que hay que estar atento acerca de la vida de nuestros hijos; es sin dudas su círculo social. Esto es algo en lo que todos los padres deben tener mucho cuidado, y no es para menos, pues solo así se podrá determinar quién o quiénes podrían ser la mala influencia en ese grupo que los pueda llevar a tomar malas decisiones. Si esto es algo que deseas evitar, entonces deberías considerar seriamente acudir a la oración y pedir la intercesión del Todopoderoso.
Esto es un punto que no debes subestimar, después de todo, un diálogo con Dios en búsqueda de respuestas para este tipo de escenarios preocupantes; es una acción que te ayudará. Hablamos de una etapa en la vida de tus hijos determinante, ya sea en la niñez o especialmente, en la adolescencia.
Si esto ocurre ya cuando son adolescentes; sabrás que es una etapa en la que la rebeldía y las confusiones son más que concurrentes, y como tal cual se indicó previamente, tan solo basta una mala influencia en ese grupo de amigos para que tu hijo tome una muy mala decisión. En pocas palabras, es momento de retomar la oración y la espiritualidad para buscar una ayuda milagrosa.
Atento al bullying
También es importante tomar en cuenta otros aspectos que pueden influir en la vida de tu niño o niña, como es el caso del bullying o el ciberacoso, siendo esto último una de las prácticas más comunes en esta era moderna en la que algunos se esconden detrás de una pantalla para hacer sentir mal a sus compañeros.
Sea como sea, estas situaciones pueden afectar la vida de los jóvenes, quienes son más propensos a caer en depresión a esas tempranas edades ya que no pueden comprender la razón por la que son objetos de ese tipo de acoso escolar.
Con esto en mente, como padre o madre tienes la obligación de hacer algo al respecto y ayudar a que tu hijo o hija pueda salir adelante de esa situación dramática, siendo la oración una forma muy espiritual de pedir la intercesión de Dios para que proteja a tus pequeños.
Oración para la protección de tus hijos
Si crees que esto puede ser de gran ayuda, entonces te vamos a dejar la plegaria que recomienda el portal "forumlibertas.com", con la que muchos padres han confiado toda su fe en el Todopoderoso y así los proteja de las malas influencias y por supuesto, de los violentos ataques físicos y psicológicos.
“Dios Padre, que me has regalado a mis hijos: Tú que los has puesto en mis manos para que los lleve hasta Ti, y sabes cuánto me preocupa que den con buenas amistades.
Yo mismo soy consciente de todo aquello de lo que me has librado al poner en mi camino a mis amigos, que me ayudan a ser mejor. Y también de cómo me has permitido apartarme de otras influencias que me habrían alejado de Ti, envileciéndome y dañándome.
A ti acudo, Señor, para pedirte por los amigos de mis hijos.
Como padre, soy consciente de mi deber de protegerlos, pero también sé que es imposible que los preserve de dar con malas relaciones. Por eso te pido que seas Tú quien llegue a donde yo no puedo.
Te pido que mis hijos sean capaces de elegir bien a sus amigos de entre aquellos que más les acerquen a ser como Tú les has pensado. Y que tomen más distancia de esos otros que les dañen sin propósito de enmienda.
Cuida de esos pequeños que ven en su casa el mal ejemplo, el descuido y la desatención. Protégelos para que no reproduzcan el mal comportamiento que ven en su hogar, ni con mis hijos ni con el resto de niños.
Preserva la pureza y la inocencia de aquellos otros que irradian la luz especial de las almas cándidas y alegres.
Propicia que los amigos de mis hijos tengan en su camino testigos que les hablen de la verdad ante los errores del mundo, que les animen a ir contracorriente y que se hagan espaldas junto a mis hijos, para perseverar ante las presiones ideológicas que el demonio inocula en nuestra sociedad.
Que los amigos de mis hijos se alejen de la perversidad y el error, de la violencia y la soberbia, de la manipulación y el narcisismo, de la superficialidad y la ira, de la atonía y el sinsentido, de la lujuria, de la pereza y de la desesperanza.
Insufla en el corazón de esos niños y niñas, hijos de otros, el deseo de enrolarse en una vida de servicio al prójimo, de alegría y de virtud contracorriente. Y que animen a mis hijos a emprender juntos tan hermoso viaje.
Que sean amigos de alegría y compasión, de serenidad y esperanza, de esfuerzo y responsabilidad, de bonhomía y capacidad de enmienda, de reflexión y espontaneidad, de naturalidad y júbilo.
Cuida, Padre bueno, de los amigos de mis hijos, por lo que son en sí mismos. Y también para que puedan ser guías y compañeros de mis propios hijos, que son tuyos. Amén”