México tiene una fama a nivel mundial, no solo por su gastronomía, sino por sus destinos de turismo arqueológico que nos transportan directamente a otras épocas y nos conectan con civilizaciones milenarias. Es en estos viajes por la ruta cultural que nos encontramos con Palenque.
En este histórico destino, podemos encontrar una inmensa concentración de restos arqueológicos de la civilización maya. Sin embargo, el turismo de Palenque no termina allí, sino que hay mucho más por explorar.
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Palenque y sus orígenes
El nacimiento de este pueblo, ahora conocido por su turismo, tiene lugar en el 1567, donde fray Pedro Lorendo lo fundó a metros de las ruinas mayas para integrar a las familias choles que se encontraban dispersas en la selva. Desde su creación hasta el día de hoy, su belleza sigue conmoviendo.
Los lugares más fantásticos de Palenque
La arquitectura del centro histórico de esta ciudad de México asombra a sus visitantes con sus construcciones clásicas y coloridas. Basta con recorrer algunos metros de estas calles para sentirnos en un verdadero cuento de fantasía.
La Parroquia de Santo Domingo de Guzmán es una parada histórica que no puedes perderte. Esta se ubica en la plaza principal, donde también encontrarás el Museo del Textil Lak Puj Kul, que te deslumbrará con los textiles chiapanecos.
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Pero sin duda, el centro turístico por excelencia de Palenque es su inmenso centro arqueológico, un lugar donde los antiguos pueblos mayas continúan latiendo con fuerza a través de sus obras arquitectónicas.
Palacio y el Templo de las Inscripciones, entre otras creaciones magistrales, han sido motivo de estudio y admiración al mismo tiempo, algo sumamente valioso que la UNESCO coronó como de la Humanidad en 1987.
Pero la belleza de este destino no solo se limita únicamente a las zonas arqueológicas, sino que se extiende con gracia por las cascadas de Palenque, en las que podrás aventurarte en actividades como los viajes en kayak, paseos a caballo o ciclismo de montaña.
Sumado a esto, y también super importante, son sus exquisitas paradas gastronómicas. No te olvides de pedir los elotes o chipilín envueltos en hojas de plátano, pero guarda espacio para el shote con momo, una receta inspirada en la imponente civilización prehispánica.