¿Tu colchón ha perdido su blancura y ahora luce un aspecto amarillento y sucio? No te preocupes, no eres el único. Con el paso del tiempo, el sudor, la grasa y el polvo se acumulan en la superficie del colchón y le dan ese tono poco apetecible. Además, pueden provocar malos olores y alergias. Pero no hace falta que tires tu colchón ni que contrates a un profesional para que lo limpie. Hay soluciones caseras, baratas y eficaces que puedes aplicar tú mismo para devolverle el brillo y la higiene a tu ropa de cama. En este artículo te contamos los mejores trucos de limpieza y consejos para un colchón amarillento y mantenerlo en buen estado durante mucho tiempo.
El primer truco de limpieza que te damos es que uses el zumo de limón, un producto natural que tiene propiedades quitamanchas y desodorantes. Solo necesitas exprimir el zumo de tres limones y mezclarlo con una taza de agua tibia. Con un paño humedecido en esta solución, frota las manchas amarillas de tu colchón con fuerza. Luego, seca bien con otro paño y deja que el colchón se airee. Si quieres acelerar el proceso, puedes usar un secador de pelo a baja temperatura.
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Otro producto que te puede ayudar como truco de limpieza es el vinagre blanco, un desinfectante y quitamanchas muy eficaz. Si no tienes vinagre, puedes usar alcohol doméstico. Mezcla medio litro de vinagre con unas gotas de lavavajillas y 200 ml de agua tibia. Empapa una esponja en esta mezcla y escúrrela bien. Luego, pasa la esponja por todo el colchón, insistiendo en las zonas más sucias. Aclara con un paño mojado en agua limpia y deja que el colchón se seque al aire libre.
Una tercera opción es usar una combinación de bicarbonato de sodio y peróxido de hidrógeno, dos productos que tienen propiedades blanqueadoras y desinfectantes. Mezcla medio litro de peróxido de hidrógeno con cuatro cucharadas de bicarbonato y una gota de lavavajillas. Agita bien la mezcla y ponla en un pulverizador. Rocía el colchón con esta solución y espolvorea una capa de bicarbonato por encima. Deja que el producto actúe durante unas horas y luego aspira el polvo sobrante.
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El último consejo que te damos es que uses amoníaco, un desengrasante y quitamanchas muy potente. Pero cuidado, este producto es muy volátil y corrosivo, así que debes usarlo con precaución. Usa una mascarilla y guantes para protegerte y hazlo en un lugar bien ventilado. Mezcla una taza de amoníaco con unas gotas de detergente y de uno a dos litros de agua caliente. Empapa una esponja en esta solución y limpia el colchón con ella. Deja que el amoníaco actúe durante diez minutos y luego aclara con una toalla mojada en agua limpia. Deja que el colchón se seque al sol.