Cientos de monedas y billetes se comercializan a diario, generando grandes dividendos dentro de la numismática. Diferentes denominaciones, formas y diseños se encuentran disponibles en línea a precios llamativamente elevados, pese a su valor nominal. Esto sucede, por ejemplo, con la diminuta moneda dorada de 20 centavos, por la que solicitan más de 50 mil pesos.

La moneda de 20 centavos fue puesta en circulación por el Banco de México en 1996, como parte de la transición de la unidad monetaria. Comparte similitudes con las monedas de la familia B, aunque pertenece la familia C, según su catalogación numismática.

A pesar de su antigüedad, la moneda de 20 centavos sigue siendo válida para llevar a cabo transacciones y en caso de desear canjearlas, se puede realizar en cualquiera de las sucursales de Banxico dispuestas por México.

¿Cómo es la moneda de 20 centavos que se vende a 55 mil pesos?

La moneda de 20 centavos, que salió a las calles exactamente el 1 de enero de 1996, presenta un diseño peculiar y un canto liso. Según información proporcionada por Banxico, este ejemplar es dodecagonal, con 12 lados, y se fabricó en bronce y aluminio. Su diámetro alcanza los 19.5 mm.

En su anverso, la moneda de 20 centavos lleva el Escudo Nacional en relieve escultórico con la leyenda "Estados Unidos Mexicanos" formando un semicírculo superior. En el reverso, destaca el número 20 en el centro, representando su denominación. También incluye el símbolo de centavos, el año de acuñación, el símbolo de la casa de la moneda y una estilización del Acatl.

¿Cuál es el valor real de esta moneda de 20 centavos?

Esta moneda de 20 centavos puede adquirirse por un precio que oscila entre 8 y 13 pesos, según algunos catálogos de numismática. Para obtener información más detallada sobre su costo real, es recomendable dirigirse a un centro numismático. Algunos se encuentran en las proximidades del Zócalo, en el centro de la Ciudad de México.

Además, el Banxico ofrece una red de distribuidores y bancos especializados donde se puede realizar compras o ventas seguras de monedas, siempre y cuando estén acuñadas en plata y oro, dos de los metales preciosos más valorados por la numismática.