Si no puedes dejar de incluir el pan en tus comidas, pero buscas una opción más saludable, una alternativa es el pan nube. Este alimento es especial para quienes están buscando reducir su consumo de carbohidratos. Es ligero y versátil, lo que lo ha convertido en un especial sustituto del pan común. A continuación se presenta una receta de cómo prepararlo.
Para lograr esta propuesta culinaria, es necesario reunir los siguientes ingredientes:
- 3 huevos
- 100 g de queso crema
- 1/4 cucharadita de polvo de hornear
- Sal o edulcorante al gusto (opcional)
- Semillas (como chía o sésamo) para decorar (opcional)
El primer paso para preparar esta receta es precalentar el horno a 250 °C (482 °F). Luego, toma los tres huevos y separa en tazones diferentes las claras de las yemas. Mezcla las yemas con el queso crema; hazlo con una batidora hasta que quede muy homogéneo.
En el otro tazón bate las claras con el polvo de hornear. Esta preparación debe quedar con picos firmes; luego, incorpora ambas mezclas con una espátula haciendo movimientos envolventes.
El segundo paso de esta receta es el horneado. Forma pequeños bultitos colócalos sobre una bandeja forrada con papel para horno o engrasada. Deberías armar en promedio 9 montículos. Hornea durante 20 minutos hasta que estén firmes y dorados.
Para poder disfrutar este alimento, debes dejarlos enfriar antes de transferirlos a la rejilla. Hay muchas propuestas con las que los puedes saborizar, entre estas puedes agregar semillas en la parte superior antes de meterlos a hornear para darle un toque crujiente.
Otra propuesta para darle un sabor especial a este plato culinario es agregar especias como orégano y albahaca. Si los quieres dulces o salados, puedes incorporar una pizca de sal o de edulcorante antes de ponerlos en el horno.
El pan nube lo puedes comer con un poco de aguacate, también con mantequilla de maní, puedes usarlo como base para mini pizzas o prepararte un sándwich con tus ingredientes favoritos. Es importante que siempre verifiques las etiquetas de los productos, como el polvo de hornear y el queso crema, ya que algunos pueden contener trazas de gluten o de TACC.