En la búsqueda de unos labios voluptuosos y bien definidos, sin necesidad de recurrir a procedimientos invasivos, hay trucos de maquillaje que revelarán el camino hacia un rostro con impacto.
El primer paso hacia unos labios exuberantes y perfilados es la preparación adecuada. La exfoliación es esencial para eliminar la piel seca y muerta, creando el lienzo perfecto para la aplicación uniforme del labial.
Puedes confeccionar tu propio exfoliante casero combinando azúcar y miel, aplicándolo con suavidad en movimientos circulares. Otra opción conveniente es un exfoliante de labios en formato barra, como el de Kiko Milano.
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Prosigue hidratando tus labios antes de aplicar cualquier producto de maquillaje. Utiliza un bálsamo labial enriquecido con ingredientes hidratantes, como manteca de karité o aceite de coco. Permite que el bálsamo se absorba durante unos minutos.
El siguiente paso crucial implica el uso del delineador de labios. Para crear la ilusión de unos labios más gruesos y definidos, selecciona un tono ligeramente más oscuro que el color de tu labial.
Inicia trazando una línea en el centro del labio superior, siguiendo su contorno natural. Luego, une ambas comisuras con una línea que asegures difuminar suavemente hacia el interior de los labios para evitar líneas marcadas.
Una vez delineados, es hora de aplicar el labial. Opta por un tono que armonice con tu piel y preferencias. Si buscas mayor volumen, elige un labial de acabado brillante o con efecto voluminizador.
Tras aplicar el labial, puedes añadir un toque extra de volumen. Toma iluminador en polvo o un corrector claro y aplícalo en el centro del labio superior, justo en el arco de Cupido. Este sutil gesto contribuirá a la ilusión de unos labios más pronunciados.
Finaliza aplicando un toque de polvo translúcido sobre el labial. Este paso no solo asegurará la durabilidad del maquillaje, sino que también eliminará cualquier exceso de brillo, otorgando a tus labios un contorno más nítido y definido.