Con el paso del tiempo es que comenzaron a descubrirse los numerosos usos que se le pueden dar a ciertos alimentos y productos naturales por fuera de su implementación en la elaboración de diversos platillos o bebidas.
Así es como podemos incluir allí al jengibre, procedente del continente asiático, y cuyo uso no se limita a la cocina, dado que también suele ser de uso farmacológico para aliviar síntomas como, por ejemplo, las náuseas, y así también por su eficacia dietética al calmar la tos, eliminar toxinas y transformar la flema.
Pero esto no es todo. Y es que es una especia con numerosos beneficios además de los mencionados anteriormente, tal y como suele ser la salud de nuestro cabello.
Y es que, aunque tal vez te resulte difícil de creer, si utilizas el jengibre en tu shampoo, obtendrás a cambio un pelo sano, fuerte, brillante y sumamente espectacular, gracias a algunos de los beneficios como, por ejemplo, su importante contribución de vitaminas, aceites esenciales, aminoácidos y minerales, lo que se traduce en un aporte de fortaleza a tu melena.
El jengibre, además, se destaca por estimular el crecimiento del cabello, para que este proceso se produzca de forma más acelerada. Asimismo, se caracteriza por aportar brillo y suavidad, y prevenir su caída gracias a su efecto fortalecedor de los folículos capilares.
¿Cómo aplicar esta poderosa planta en nuestro shampoo y lograr estos magníficos resultados? Básicamente, lo que debes hacer es pelarlo y cortarlo en rodajas pequeñas.
Ya sea esta opción o también con jengibre en polvo, añádelo a tu shampoo libre de sulfatos y parabenos, y agita muy bien para que ambos se integren del modo adecuado. Déjalo reposar por una semana en un sitio oscuro y fresco y luego úsalo dos o tres veces por semana, aunque no sin antes realizar una prueba de alergia.