La cocina nos ofrece un sinfín de posibilidades para crear toda clase de platos acordes a los gustos y necesidades de los más diversos y exigentes paladares. La mezcla de ingredientes, alimentos, hierbas, especias y salsas, entre todas las alternativas posibles, permiten que obtengamos a cambio verdaderas y auténticas delicias.
En este sentido, no está de más hacer alusión también a los elementos que, en conjunto con los alimentos e ingredientes a utilizar, nos permiten crear nuestras preparaciones. Y así es como no puede faltar una mención especial del horno, ese que no solo brinda la cocción necesaria a cada comida, sino que también permite crear la versión saludable de nuestro plato predilecto.
En primer lugar, debes saber que el uso de este aparato debe caracterizarse por la paciencia, respetando los tiempos de cocción de los alimentos. Asimismo, es clave abrir la puerta del horno de costado, para evitar así que todo el calor que irradie llegue inmediatamente a nuestro rostro, lo cual podría ser perjudicial a nuestra piel.
Al mismo tiempo, es fundamental que utilices los utensilios adecuados al manipular los platos y elementos que colocarás en tu horno. Así, no puedes olvidar las manoplas o guantes para evitar quemarte.
A la hora de preparar tus comidas, es importante precalentar el horno, para permitir de esta manera que la cocción se lleve a cabo de modo pareja y uniforme en el total del plato. Además, deberás tener en cuenta el tiempo de cocción y la temperatura a la que deben calentarse los alimentos de acuerdo a la receta llevada a cabo, ya sea que los estés asando, gratinando, preparando al vacío o estés llevando a cabo una cocción lenta.
También debemos mencionar los recipientes en los que colocaremos los alimentos para que se cocinen en el horno. Si bien los hay de los más diversos materiales, los principales suelen ser de vidrio, de silicona, porcelana o acero inoxidable, entre muchos otros.
Por último, la limpieza es fundamental. Además de los productos ya listos para aplicar, una grandiosa opción consiste en colocar bicarbonato de sodio diluido en agua tibia, la cual debes extender por todo el horno caliente y dejarlo actuar por una hora y media, para finalmente retirarlo con una bayeta empapada con vinagre.