Además de coleccionar antigüedades, son varias las personas que sienten gran interés por la lectura y coleccionar libros es una de sus principales pasiones.
Sin embargo, la acumulación de los textos impresos se convierte en un dolor de cabeza al no saber dónde ubicarlos y muchas veces son varios los factores externos que perjudican su cuidado, un problema para aquellos que guardan algunas ediciones como tesoros invaluables.
Pero existen algunos fáciles trucos a seguir que pueden proteger los libros y evitar que algunos indicadores como la humedad deterioren su aspecto. ¿De qué se trata?
De acuerdo al portal de noticias "Humydry", son tips sencillos que se deben poner en práctica para no perder las colecciones de aquellos libros que guardan conocimiento, sabiduría o atesora nostalgia por haber sido fundamental en una determinada parte de la vida.
El primer dato a tener en cuenta al elegir el lugar o la biblioteca para resguardar las obras impresas es la luz, un elemento determinante para no tener hojas amarillentas o con olor a humedad.
Además, es la temperatura otro aspecto determinante en el cuidado de los libros. Este factor indica que no debemos colocar los escritos cerca de radiadores, estufas, calefactores o chimeneas al provocar que el calor reseque las hojas y las deje quebradizas.
Finalmente y no menos importante, es la humedad ambiental otro elemento a tener en cuenta al momento de ordenar los libros. Recordemos que una humedad alta hace que el papel envejezca, se agriete y tome el aspecto amarillento.
Con estos consejos, la vida útil de los libros de lectura, aprendizaje o de colección puede prolongarse por varios años más al estar alejado de algunas de las causas que perjudican su apariencia y aceleran su deterioro. ¡A tomar nota!