Existen ciertos momentos de nuestras vidas que pueden generarnos un gran estrés, debido a la gran cantidad de cuestiones a tener en cuenta y la planificación que cada uno de ellos conlleva.
En esta oportunidad, haremos foco en la mudanza, algo que a más de una persona puede causarle un gran dolor de cabeza, dado que implica el traslado de incontables pertenencias de un sitio a otro.
Sin embargo, este procedimiento al mismo tiempo puede resultarte de lo más útil para deshacerte de todos esos objetos y pertenencias que ya no utilizas. Puedes optar por arrojarlos a la basura o, en caso de que aún sean útiles, donarlas a quienes puedan necesitarlas.
Si se trata de objetos que están rotos, lo mejor es desecharlos. Por el contrario, si están en buen estado, puedes clasificarlos y organizarlos en cajas para luego donarlas antes de la mudanza. Aquí haremos alusión a aquellos que puedes donar.
En primer lugar, tenemos la ropa y el calzado. Si no cuentan con manchas o roturas, lo mejor que puedes hacer es lavarlos y ordenarlos de acuerdo a su tamaño o categoría.
Asimismo, durante este proceso puedes aprovechar para donar a una librería o centro comunitario aquellos libros o revistas que ya leíste y no deseas llevar contigo a tu nuevo hogar.
A ello, se suman los muebles que no combinarán con la decoración de tu próxima vivienda. Es por ello que antes de la mudanza debes limpiarlos muy bien y asegurarte que estén en perfecto estado, para donarlos a alguna institución que los necesite.
Entre las cosas que puedas descartar en el proceso previo antes de concretar la mudanza, tenemos a los alimentos que caducaron. Lo mismo ocurre con los medicamentos vencidos. Asegúrate de botar estos elementos a la basura y no donarlos, bajo ningún motivo o circunstancia. Esto también aplica para maquillajes vencidos, productos de limpieza vencidos, electrodomésticos dañados, envases plásticos y herramientas que ya no cumplan su función.