Las corbatas son accesorios elegantes y sofisticados que complementan cualquier atuendo. Sin embargo, su delicado tejido y diseño requieren un cuidado especial para mantener su apariencia impecable y prolongar su vida útil.
Para ello, es importante conocer los pasos esenciales para realizar una limpieza adecuada, y así te asegurarás que permanezcan en condiciones óptimas durante mucho tiempo.
Antes de iniciar con el proceso, es importante echarle un ojo a las recomendaciones que el fabricante expresa en las etiquetas, ya que esto será prácticamente la guía que debes seguir. En caso que no la tenga adherida, aquí entran en juego los siguientes consejos.
Recomendaciones para el lavado
Primero, hay que entender que este de tipo de prendas fabricadas en materiales sintéticos requieren un tratamiento diferente al de un ejemplar de seda, por ejemplo. Así que ten en cuenta este detalle.
Utiliza un paño limpio y húmedo con agua tibia para tratar las manchas, evitando frotar con fuerza para no dañar el tejido. Como ya te habrás dado cuenta, el proceso de limpieza de corbata se recomienda que sea a mano, solo así podrás tener un control adecuado del mismo sin dañar el material.
Ojo, bajo ninguna circunstancia y a pesar de la gravedad de la mancha, utilices lejía. Procede a sumergir las corbatas en un recipiente con agua fría y un poco de detergente suave, y muévelas suavemente para aflojar la suciedad.
Esto lo dejas reposar unos minutos para que el jabón penetre la tela. Finalmente, enjuagarás con agua fría las veces que sea necesario hasta remover el jabón por completo.
Así será su secado
Si eres de mandar todas las piezas de ropa al secador, ten en cuenta que con las corbatas no puede ser así, ya que las posibilidades de dañar el ejemplar son altísimas. Para este proceso de secado, prueba mejor dejarla en reposo sobre una toalla limpia y coloca algo encima para que presione suavemente y así absorba la humedad.
No estrujas ni aprietes, esto es fatal para esta pieza elegante. Esto es especialmente relevante para aquellos que están acostumbrados a aplicar la fuerza para secar la ropa.
Importancia del almacenamiento
Una vez que tenemos las corbatas ya limpias y secas, toca el momento de almacenarlas de la mejor forma posible. Para ello, la idea más recomendada es dejarla en un colgador para que no pierda su estructura. En su defecto, puedes probar enrollarla de forma sutil para no generar arrugas y pliegues.
Solo así podrás garantizar la integridad de esta pieza, las cuales, como ya conocerás, no son para nada económicas, especialmente si se trata de seda u otro material más exclusivo. Sigue al pie de la letra esta guía y verás cómo podrás extender su vida útil.