La monotonía al momento de preparar las comidas de cada día puede generar cansancio si es que todos los días se ingieren los mismos alimentos. Por esta razón, no existe nada mejor que innovar con pequeños detalles día tras día.
No es novedad que, tal y como los propios especialistas del área de salud resaltan, el desayuno es la comida más importante del día y en la que debemos consumir alimentos variados que nos aporten una gran cantidad de vitaminas, minerales, fibras y calcio, entre otros, y que no solo benefician nuestro organismo, sino que también nos llenan de energía para afrontar un nuevo día. Es por ello que hoy queremos compartir contigo una receta para preparar la más deliciosa tortilla estilo francesa y el secreto mejor guardado para que el resultado final sea fantástico.
Para elaborar este plato en su versión más esponjosa posible, deberás estar atento a ciertas cuestiones que no debes pasar por alto, como lo es el batido de los huevos.
En primer lugar, para preparar esta tortilla súper esponjosa, necesitarás: 3 huevos; sal y pimienta al gusto; mantequilla, y unas gotas de aceite de oliva (para colocar sobre la sartén).
El primer paso fundamental para que esta preparación sea la más esponjosa y suave consiste en batir muy bien los huevos, al punto tal que su consistencia final se asemeje a una mousse. Para ello, puedes batir por separado las claras casi a punto nieve. Luego, debes salpimentar las yemas y batirlas, para añadirlas inmediatamente junto a las claras previamente batidas.
Tras unir y mezclar tanto las claras como las yemas condimentadas, añade unas gotas de aceite de oliva en una sartén con el fuego ya encendido. Coloca dicha mezcla y aguarda un minuto a fuego medio. Repite el proceso, pero por 5 minutos y a fuego lento. En ningún momento debes mover la tortilla.
Como tip extra, puedes añadirle algunos pequeños trozos de mantequilla a la tortilla para que se dore mejor durante algunos minutos más. Retira del fuego y aguarda a que finalice su cocción gracias al calor de la sartén. Sirve en un plato y dóblala por la mitad. ¡Listo! Ya puedes degustar una verdadera delicia preparada en unos pocos minutos.