Mantener el hogar lo más limpio posible es garantía no solo de una agradable sensación a la vista, sino también de una casa con una reducción al mayor grado posible de enfermedades, virus y bacterias que fácilmente pueden ingresar a nuestro organismo.
La limpieza es elemental, entonces, no solo para habitar un espacio confortable y que se pueda disfrutar al máximo con la compañía de los seres queridos, sino que también es un aspecto de lo más positivo para la salud.
Este proceso aplica tanto a paredes como a guardarropas, cocina, nevera, despensa, paredes, techos y toda clase de muebles que poseamos. A ello se suman las alfombras, elementos que suelen funcionar como suelo de alguna de nuestras habitaciones o, en sus variantes de menor tamaño, ser un elemento decorativo central de algún ambiente en particular.
Si tenemos en cuenta que en las alfombras pueden alojarse toda clase de restos de suciedad y polvo, como así también bacterias, ácaros, huevos de insectos como pulgas y garrapatas y caspa de las mascotas, su correcta limpieza puede garantizarnos un ambiente sanitizado y limpio, con un riesgo menor de contraer ciertas enfermedades.
Es por esta razón que aquí te compartimos las claves de este proceso y un paso a paso para el cuidado de tus alfombras, según el tipo de material con el que fueron confeccionadas, dato a partir del cual podrás descubrir qué tipo de limpiador (casero o adquirido en el mercado) es el adecuado para la alfombra que tienes en tu hogar.
En primer lugar, si se trata de una alfombra de lana, su limpieza deberá ser acorde con ciertos cuidados, debido a que su material confeccionado artesanalmente suele ser más delicado. Si no se trata de una alfombra muy grande, puedes optar por limpiarla tú mismo con agua fría y un jabón neutro.
Por otra parte, puedes optar por una limpieza en seco, en la que tu aliado para dejar impecables tus alfombras será nada más y nada menos que el bicarbonato de sodio. Aplica este último sobre tus alfombras por un período de una hora. Pasado este tiempo, retira los restos con ayuda de tu aspiradora sin cepillo.