Si eres de esas personas que les gusta mucho agasajar a los seres queridos con deliciosos platos y prefieres evitar comprar productos empaquetados, hoy te traemos esa receta ideal de un platillo que no puede faltar en ningún “picoteo”.
Hablamos de los nachos, que puedes prepararlos no solo en poco tiempo, sino también gracias a unos ingredientes que seguramente tengas en tu hogar.
Para crear este plato, simplemente necesitas: 200 gramos de harina de maíz, aceite de oliva, 1 cucharada sopera de aceite de maíz, sal y pimienta a gusto de cada comensal.
En primer lugar, la clave de unos exquisitos nachos consiste en tamizar la harina de maíz con harina de trigo en un recipiente de gran tamaño, aunque este último ingrediente es uno que puedes evitar usar si así lo deseas. Como siguiente paso, debes añadir la sal y pimienta en las cantidades que consideres adecuadas a tu gusto y paladar.
Integra todos los ingredientes de este platillo, para luego agregar el aceite de oliva. Posteriormente, debes incorporar lentamente agua caliente, sin dejar de remover la mezcla hasta que quede una masa homogénea y sin que se pegue a las manos.
Deja reposar la masa obtenida dentro del bowl y cubierta con un paño. Pasado el tiempo, toma dos trozos de papel film. El primero lo colocarás como base de la masa y el segundo, por encima de ella. Con ayuda de un rodillo, estira la masa hasta que quede del menor grosor posible.
Una vez que hayas culminado con este paso, debes cortar y darle la forma de nachos al total de la masa. Levanta el film de abajo y coloca la masa sobre una bandeja para horno, que inicialmente llevarás al congelador por un tiempo estimado en una hora, para que el resultado final nos brinde unos nachos más crujientes.
Finalmente, puedes cocinar tus nachos en un sartén con aceite bien caliente o en el horno a 175°, hasta que queden dorados y con una apariencia crujiente. Sírvelos inmediatamente acompañados de una salsa, como guacamole.