De todas las condiciones médicas fácilmente evitables y que jamás querrías conocer, sin duda el pie de trinchera, también conocido como pie de inmersión, es una de las lesiones que podrían quitarte el sueño de solo imaginarlo. Ya sea por un caso de descuido o negligencia de esa persona, podría pasar de sufrir de un dolor insoportable hasta a la amputación del pie.
Este tipo de lesiones que ocurre cuando los pies están expuestos a temperaturas frías y húmedas durante un período prolongado de tiempo. De hecho, se convirtió en uno de los problemas más comunes en la Primera Guerra Mundial, más en concreto, entre los soldados que combatían en las trincheras y de ahí su nombre.
Causas de esta lesión
Antes de entrar en materia, es necesario que conozcas todo lo relacionado a este tema y así puedas crear consciencia acerca de usar el calzado adecuado para esta época de invierno.
Fase de vasoconstricción: El portal "edsombra.com" menciona que precisamente en esta fase, los vasos sanguíneos de los pies se estrechan para conservar el calor.
Esta etapa puede provocar sensaciones que seguramente ya conoces, como entumecimiento, hormigueo y dolor en los pies, siendo claras señales de que algo no está bien.
Fase de edema: Aquí ya entra en escena el dolor agudo ya que los vasos sanguíneos se dilatan y por ende, los pies se hinchan. El pie de trinchera ya es una realidad de la que no puedes evitar.
Como te lo imaginarás, el dolor será muy intenso al igual que la presión que podrías sentir en estas extremidades, lo que hará casi imposible caminar.
Fase de necrosis: Para tu lamento en esta fase, el tejido de los pies muere. Es decir, entra la gangrena, una etapa infecciosa que por lo general se trata por medio de la amputación.
Datos a considerar
Hablamos de una condición médica que no debe ser tomada en broma, y es que las temperaturas frías y húmedas pueden hacer mucho daño a esta zona del cuerpo, especialmente si está expuesta a más de 12 horas.
Solo visualiza que debas trabajar de pie en un lugar determinado, en un lugar mojado y en pleno invierno. Aquí será necesario contar con un par de zapatos de calidad y por supuesto, un juego de medias que deberás cambiar una vez ya estén húmedas. Es importante mantener tus pies secos.
Otro aspecto a considerar y ya en un caso más extremo, son las personas con diabetes, quienes por supuesto, tienen un mayor riesgo de sufrir de pie de trinchera por su condición médica.
Si siente algunos de estos síntomas, no dudes en buscar atención médica de inmediato. Solo ten en cuenta que el tratamiento temprano puede ayudar a prevenir complicaciones graves.