Son muchísimas las personas que, luego de almorzar o cenar, eligen degustar una o más infusiones para afrontar lo que reste de su día de otra manera. Así, una de las opciones más elegidas suele ser el café, en la gran variedad de opciones posibles en las que puede consumirse.
Sin embargo, lo que para muchas personas significaría una dosis extra de energía a través de este tipo de infusiones, para los expertos no sería tan beneficioso el hacer de este consumo particular un hábito diario.
Según explicó la nutricionista Amil López al sitio “Elle”, si bien en un principio esta infusión puede brindarnos la energía que probablemente estábamos buscando, luego puede sobrevenir “un bajón y puede ser irritante en personas con digestiones delicadas”. Asimismo, la experta detalla que esta bebida puede reducir la absorción de “algunos minerales, como el calcio y el hierro”.
Ante este panorama, afortunadamente, existen otras infusiones que podrían reemplazar perfectamente a esta clase de bebida. ¿De qué opción estamos hablando? Nada más y nada menos que del té. En particular, la mencionada fuente destaca qué grandiosas opciones para ingerir son el té blanco, el verde y el rooibos.
No obstante, hay una cuestión no menor a tener en cuenta, que tiene que ver con la importancia de evitar consumir esta clase de bebidas inmediatamente después del almuerzo o la cena.
Por el contrario, lo que se recomienda es que sean ingeridas tanto a media mañana como a media tarde, dado que si se consumen, poco después del almuerzo o la cena, la digestión podría dificultarse.
Entre las otras infusiones posibles tenemos las depurativas y antioxidantes, como puede ser el té de boldo, que favorece la digestión, o el de jengibre que se caracteriza principalmente por sus propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas.