Al momento de degustar algo rico, saludable y que aporte muchos beneficios a nuestro cuerpo, podemos elegir toda clase de opciones, desde platillos hasta simples snacks.
Y si de snacks hablamos, no podemos dejar de hacer alusión aquí a las nueces, las cuales suelen añadirse a toda clase de platillos, desde algunos salados y hasta otros dulces, o simplemente se ingiere de forma entera, en solitario o acompañado por otros frutos secos, por ejemplo.
Este tipo de semilla comestible posee una gran cantidad de propiedades que favorecen al organismo, entre las que podemos mencionar aquí a las antioxidantes, digestivas, energéticas, nutritivas y cardioprotectoras, según se resalta desde el sitio “Ecología Verde”.
Además de ello, es importante resaltar lo indicado por dicha fuente, que se vincula al hecho de que las nueces son también un gran aporte de fibra, estimulan nuestras funciones cognitivas y ayudan a prevenir algunas enfermedades, como lo son determinados tipos de cáncer.
Asimismo, este fruto nos brinda numerosos nutrientes, entre los cuales podemos mencionar aquí las proteínas, vitamina C, vitaminas del grupo B, aceites vegetales y ácidos grasos, entre muchos otros.
No obstante, si hay algo que no debe dejarse de lado es que, si bien puede resultar sumamente saludable para nuestro cuerpo el consumo frecuente de nueces, la realidad es que este es un fruto conocido por sus altos índices calóricos. Ante este panorama, resulta clave moderar su ingesta.
En último lugar, debemos hacer alusión a la gran cantidad de opciones de lo más diversas entre sí mediante las cuales podemos consumir nueces y, en caso de aún no hacerlo, aprender a añadirlas a nuestros más exquisitos platos.
Tal y como mencionamos, consumir nueces como snack siempre es una buena idea, pero así también podemos añadirlas a otros platos como ensaladas, pastas, diversos tipos de salsas, postres, cereales en el desayuno y picadas sobre el pan o las tostadas.