Es bastante extensa la lista de alimentos, especias y otros productos que tenemos en nuestra despensa o refrigerador y que nos brindan múltiples beneficios a nuestro organismo.
Y si bien muchas veces podemos creer que esto ocurre solo a nivel interno, la realidad es que son varios a los que se les puede dar un uso tópico y que, en solitario o mezclados con otros ingredientes, pueden cambiar por completo nuestro aspecto de manera favorable. Este es el caso del ajo.
El uso de este ingrediente, como muy bien ya sabemos, es perfecto para añadir un toque extra de sabor a muchos de nuestros platillos predilectos. Pero, asimismo, puede resultar una magnífica opción para lucir un rostro impecable si lo añades a tu rutina de cuidado facial.
Al respecto, el sitio “Glamour” destaca que el uso tópico del ajo posee: una acción antioxidante, lo que reduce manchas y el envejecimiento maduro; combate el acné, gracias a sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias; funciona como un exfoliante natural que elimina las células muertas; y blanquea la piel gracias a sus compuestos y brindan a cambio una cara “más uniforme”.
Es importante que, antes de usar este alimento, realices la llamada “prueba del parche” para asegurarte así de no tener ningún tipo de reacción alérgica en el rostro. A su vez, el proceso debe acompañarse con una hidratación en la piel y el uso de protector solar.
Aunque existen varias maneras de colocarte ajo en el rostro para lucir un cutis increíble, una excelente opción es mediante la creación de un tónico, colocando una cucharada de ajo en polvo en una taza con agua tibia. Aguarda a que se enfríe y luego traspásala a un recipiente atomizador. Luego, colócalo con ayuda de un algodón en tu rostro antes de dormir.
Finalmente, para aclarar tu piel con ajo puedes mezclar este ingrediente (tan solo un diente) triturado junto a una cucharada de miel. Colócalo sobre tu rostro y aguarda entre 15 y 20 minutos. Posteriormente, enjuaga con agua tibia.