Al igual que la decoración de interiores, la botánica y la curiosidad por realizar una huerta en casa sigue sumando nuevos aficionados al ser tanto hombres como mujeres los que quieren tener sus propios vegetales y frutas como las fresas.
Sin embargo, no es tan sencillo y son varios los factores que influyen a la hora de tener un cultivo propio, es por ese motivo que hoy te contamos lo que tienes que saber para poder cosechar su fruta favorita. ¿De qué se trata?
De acuerdo al sitio web, Minuto Argentina es el primer paso, el más importante y el que determinará el éxito de la germinación de la fresa o conocida también popularmente con el nombre de frutilla.
Para poner manos a la obra, tienes que comprar en una verdulería cercana dos o tres fresas y quitarles la piel, ya que este será el puntapié para su cultivo.
Luego de completar este paso, tienes que buscar una maceta. A continuación, colocar la tierra en el recipiente de una manera prolija y equilibrada para poder sumar la piel de la frutilla sobre el sustrato.
Tras cumplir con esta tarea, lo siguiente es sumar con suavidad otra cantidad de tierra hasta cubrir la piel de la fresa. Tener en cuenta que no debe ser de manera abundante.
Por otro lado, no debes pasar por alto la humectación del cultivo de la fresa, por lo que tienes que regar la maceta con la cantidad necesaria de agua hasta notar que la tierra está lo suficientemente mojada para iniciar el proceso de germinado.
Un detalle importante que recomiendan los expertos en cultivo de fresas es que para obtener un resultado exitoso, es importante sellar la maceta con un papel film. Además, debes hacerle alrededor de 7 u 8 aberturas para que la planta respire y continúe con su etapa de crecimiento en un sitio en el que reciba una mediana radiación del sol.
A un mes del sembrado, deberías notar los resultados del cultivo de la fresa al tener que salir al exterior las raíces y evidencias que todo marcha viento en popa. Finalmente, para no llevarse sobresaltos, se aconseja verter una cucharada de café en el sustrato para que las frutillas crezcan fuertes.