No son muchos los que se atreven a desempolvar el pasado y contar lo que realmente vivieron, aunque uno de los que tomó coraje coraje y contó una verdad que pocos conocían es Paul Stanley.
Para sorpresa de varios, el actor mexicano aceptó la invitación de Yordi Rosado y mantuvo un interesante diálogo en el que no esquivó ningún interrogante.
Invadido por la nostalgia, Paul Stanley se mostró como nunca antes al dejar de lado el humor, abrir su corazón y detallar cómo fue su compleja infancia, etapa en la que sus padres se separaron.
Algo solitario y de pocos amigos como consecuencia de la complicada agenda laboral de su madre, el conductor mexicano hizo hincapié en sus primeros años en la escuela. "De primaria era como muy introvertido con juguetes y vivía en mi mundo donde mi mamá trabajaba entonces yo estaba muy solo en casa siempre", inició de acuerdo a "TV y Notas".
De morrito siempre me ponía escuchar los poemas de mi papá, luego me ponía llorar y sentía una soledad muy fuerte.
Ante la inesperada revelación, Yordi quiso saber más sobre la infancia de Paul Stanley y fue allí cuando el protagonista indicó que cuando era pequeño sufría de ansiedad, síntoma que le provocaba que comiera sin parar hasta tener ronchas en todo su cuerpo.
Era un niño con sobrepeso muy cañón tanto que a los 10 años me hacen estudios y me descubren no sé 400 de colesterol.
Con un diagnóstico que recibió a su corta edad, Paul Stanley Durruty manifestó: "Me quitan la carne, me quitan los lácteos, me salían ronchas, luego amanecía con el labio así inflamado o con ronchas con todo el cuerpo porque la ansiedad me hacía comer, comer" y reveló el drástico cambio que atravesó.
Después me hice bulímico, si todo lo que comía lo vomitaba
"Me volví bulímico porque quería bajar de peso", comentó el artista de 36 años y dejó atónito a Rosado con lo que manifestó más adelante. "Un día fui a dar al hospital, me quedé internado como dos días me hicieron endoscopia y llegaron los doctores y estudios, estudios", destacó y admitió que él "ya sabía lo que tenía".
Bajé así de peso muy rápido y me sentí mal.
Tras el duro proceso que vivió como consecuencia de la bulimia, Paul reconoció que pudo salir adelante gracias al apoyo de su entorno. "Empecé a hacer mucho ejercicio y aparte mi mamá mandaba siempre a mi hermano cuando iba al baño a espiarme", remarcó al explicar que es un proceso y una lucha contante contra la ansiedad y las inseguridades.