Este pasado 25 de noviembre, se conoció la triste partida de Héctor Bonilla, quien a sus 83 años luchó hasta el último día contra un cáncer de riñón que le fue diagnosticado en 2019.
Su partida llenó de luto a todo el gremio artístico del país, motivo por el que distintas figuras manifestaron su lamento por esta sensible pérdida.
Tras esto, su familia desclasificó cuál fue la herencia que dejó para todos sus allegados, pues el actor escribió un emotivo epitafio titulado “Se acabó la función”.
“Mi testamento, yo nunca he sido práctico, ni serio, y sin fortuna, el más afortunado, dueño de nada, voy al cementerio, encuerado, tranquilo, enamorado”, indicó Héctor Bonilla en este sentimental texto que escribió en vida.
“Cuando me entierren, si van a hacer mis órganos donar, no se avergüencen cuando los entreguen porque voy a dejarlos muy gastados”, cerró en la petición a su familia, que claramente representa su último deseo.
Su gran preocupación
Ahora bien, hace unas horas, sus hijos atendieron a los medios para entregar más detalles acerca del adiós del admirado intérprete y en ese momento, revelaron lo que fue su gran preocupación antes de morir.
Según indicaron Fernando y Sergio, Héctor Bonilla tenía muy presente este tema y no dejaba de asegurarse de que todos estuvieran al tanto.
“Era muy cuidadoso de procurar su quehacer, procurar su diversión, y al mismo tiempo jamás incumplir sus responsabilidades, y ese equilibrio yo creo que era lo que más lo definía”, indicó Sergio al hacer mención a la forma en cómo se cercioró que le dieran la atención que su madre requiere.
“La mejor manera de honrar a mi papá es apapachar a mi madre”, expresó su hijo al revelar qué era lo que lo angustiaba, pues no querían que la dejaran sola una vez que él falleciera.